Monday, May 29, 2006

El Guerrero

De "La Rueda del Tiempo" de Carlos Castañeda, algunos pasajes útiles:Sólo la idea de la muerte da al hombre el desapego suficiente para ser capaz de no abandonarse a nada. Un hombre así sabe que su muerte lo está acechando y que no le dará tiempo para aferrarse a nada; así que prueba, sin ansias, todo de todo.Una de las grandes ayudas que emplearon los chamanes del México antiguo para establecer el concepto de guerrero fue la idea de tomar nuestra muerte como compañera, como testigo de nuestros actos. Don Juan decía que en cuanto se acepta esta premisa, por muy livianamente que sea, se tiende un puente que salva el abismo entre nuestro mundo de los asuntos cotidianos y algo que tenemos enfrente y que no tiene nombre; algo que está perdido en una niebla, que parece no existir; algo tan tremendamente difuso que no puede utilizarse como punto de referencia, pero que está allí, innegablemente presente.Don Juan afirmaba que el único ser de la Tierra capaz de cruzar ese puente era el guerrero: silencioso en su lucha, imparable porque no tiene nada que perder, práctico y eficaz porque tiene todo que ganar.Un hombre, cualquier hombre, merece cuanto les toca en suerte a los hombres: alegría, dolor, tristeza y lucha. No importa la naturaleza de sus actos, siempre y cuando actúe como guerrero.Si su espíritu está deformado, simplemente debe arreglarlo, depurándolo y perfeccionándolo, porque no hay en la vida una tarea más digna de emprenderse. No arreglar el espíritu es buscar la muerte, y eso es igual que no buscar nada, porque la muerte va a alcanzarnos de todos modos. Buscar la perfección del espíritu del guerrero es la única tarea digna de nuestra transitoriedad y de nuestra condición humana.Lo más difícil en este mundo es adoptar el ánimo del guerrero. De nada sirve estar triste, quejarse y sentirse justificado de hacerlo creyendo que alguien nos está siempre haciendo algo. Nadie le está haciendo nada a nadie, y mucho menos a un guerrero.Un guerrero es un cazador. Todo lo calcula. Eso es control. Una vez terminados sus cálculos, actúa. Se deja ir. Eso es abandono. Un guerrero no es una hoja a merced del viento. Nadie puede empujarle; nadie puede obligarle a hacer cosas en contra de sí mismo o de lo que juzga correcto. Un guerrero está preparado para sobrevivir, y sobrevive del mejor modo posible.El guerrero, como maestro, enseña tres técnicas a su pupilo para ayudarle a borrar su historia personal: perder la propia importancia personal, asumir la responsabilidad de los propios actos y utilizar a la muerte como consejera. Sin el efecto benéfico de estas tres técnicas, el borrar la historia personal le hace a uno furtivo, evasivo e innecesariamente dudoso de sí mismo y de sus acciones.