Wednesday, January 10, 2007

¡Urgente!
Por: Olallo Rubio
Desconfianza
El 3 y el 4 de mayo de 2006, en San Salvador Atenco, el gobierno municipal (PRD), estatal (PRI) y el federal (PAN) estuvieron involucrados en un escándalo nacional (manipulado de manera tendenciosa a través de diferentes medios masivos), por los abusos cometidos durante la represión policial en contra de un grupo de pobladores rebeldes de ese lugar, activistas relacionados con La otra campaña e incluso varios extranjeros que, después de ser detenidos, fueron deportados a su respectivo país. Se cometieron violaciones contra varias mujeres (incluidas algunas extranjeras) y otro tipo de acciones violentas ilegales. Hasta el momento, los elementos de “las fuerzas del orden” responsables de los delitos no han recibido las sanciones correspondientes.
Se dice que “no hay pruebas”, claro, ellos tienen la ventaja de que una violación sexual no es fácilmente comprobable. Esto no es nada nuevo, al contrario, de lo más lógico y natural en el paraíso de la impunidad: ¡México!, donde la justicia es negociable con poder y dinero. Hace no mucho tiempo, un amigo cercano fue asaltado por policías mientras transitaba en su auto por Ciudad Nezahualcóyotl. Los oficiales le inventaron una serie de infracciones que no cometió y lo amenazaron con no devolverle su licencia de conducir y tarjeta de circulación si no les daba dinero. Esta persona tuvo que entregarles a “los oficiales” 1, 200 pesos a cambio de sus documentos. Eso, aquí y en Kasajstán, se llama abuso de autoridad o simplemente: ¡un asalto!
En nuestro país no podemos confiar en las autoridades. Hace unos días, Alejandro González Iñárritu, Alfonso Cuarón y Guillermo del Toro asistieron al programa de entrevistas de Charlie Rose, en Estados Unidos y, cuando el entrevistador les preguntó sobre sus “diferencias y similitudes”, Del Toro mencionó que una de las cosas que más los unía era su “desconfianza hacia las instituciones”. Se nota que son mexicanos. Ahora, algunos de los hombres detenidos en Oaxaca después del enfrentamiento entre la PFP y la APPO, quienes posteriormente fueron trasladados al penal federal de Tepic, Nayarit, aseguran haber sido violados sexualmente y obligados a realizar sexo oral a los policías.
Ello, de acuerdo con lo que denuncia Christian Cebolledo Gutiérrez, uno de los aprehendidos el pasado 25 de noviembre y que aún sigue en prisión, en un testimonio con el que cuentan sus familiares. En el escrito, que la madre presentó en la Cámara de Diputados durante el Foro Nacional por la Defensa de los Derechos Humanos en Oaxaca, el joven estudiante de la Universidad Nacional Autónoma de México relata que los abusos de los policías se presentaron a bordo del camión que trasladaba a los detenidos del aeropuerto de Tepic al Centro Federal de Readaptación Social (Cefereso) San José del Rincón, de Nayarit. “Todo es inventado por los criminales”, dirán algunos, pero, ¿quién es el verdadero criminal?