Tuesday, March 28, 2006


La Nacional Security Archive acaba de publicar un documento desclasificado del Pentágono que redefine el acercamiento que ha de tener los Estados Unidos frente al entorno mediático mundial.
El principio fundamental de la “Hoja de ruta sobre las operaciones de información”, firmado por Donald Rumsfeld en 2003, es que no existe límite en la guerra de información, ya que de ahora en adelante “la información destinada a la propaganda, a los Psyops, es consumida por el público estadounidense y viceversa”.
Así, el plan prevé diversas actividades militares, desde “la manipulación del pensamiento” del adversario hasta el ataque a las redes de comunicación del enemigo.
La primera prioridad es la de “combatir Internet” y prepararse para una guerra virtual. El departamento de Defensa debe, según este documento, crear un centro destinado a tal efecto.
“Hemos de mejorar nuestra capacidad de ataque electromagnético sobre las redes de comunicación. Para dominar en un combate central de información es cada vez más importante que nuestras fuerzas dominen el espectro electromagnético con capacidad de ataque”. (3.Executive Summary - A.Conclusions)
Se menciona de manera frecuente el recurso a los Psyops, rama militar especializada en las operaciones psicológicas: “Deben realizarse esfuerzos considerables para tipificar el potencial de audiencia del adversario y en especial el de los que tienen el poder de decisión y sus prioridades. Si no se realizan estos esfuerzos de análisis no se podrán lanzar asuntos y mensajes de los PSYOPS que sean eficaces para modificar el comportamiento del adversario”. (3.Executive Summary - A.Conclusions)
Aunque la propaganda siempre haya sido aceptada por los Estados Unidos, nunca un gobierno había autorizado oficialmente la intoxicación mediática de sus propios electores: los documentos precisan que “los mensajes de los Psyops se difundirán a menudo a través de los medios de comunicación con mayor audiencia, incluyendo al público estadounidense”.