PEQUEÑAS BOMBAS DE ODIO.
Por WARpig.Todos le tememos a la violencia. Yo sé que entre ustedes, amigos lectores, hay unos bien machos y se avientan el tiro, va. Pero ya en nuestro país, hace años que se ha perdido eso de “pelear con honor” o con las manos. Ahora, quienes pueden, bien machos… sacan la pistola.¿Nuestro país está violentándose?. Siempre lo ha estado. Pero hoy se suma un elemento más a la nada deseable violencia: el hartazgo. Las personas están hartas de engaños. Del “siempre lo mismo”. Y se levantan las voces. Y es probable (se ha visto en nuestra Historia) que el poderoso saque la pistola. ¿Cómo no se va a violentar una persona a la que le avientas granaderos para que violen a su esposa e hijas?. Trata de ponerte en su lugar. Inténtalo. ¿Cómo no se va a violentar una persona a la que se ha venido engañando por 60 años, 50 años, 40 años. Y ve que todo sigue igual a pesar de que se parte el lomo chambeando?. Trata de ponerte en su lugar. ¿Cómo no se va a violentar alguien que en el fuego cruzado entre narco y fuerzas armadas pierde un familiar que ni siquiera fumaba?. Ponte en su lugar. O alguien a quien le dicen que ganó el “Presidente del empleo” y lo acaban de correr.En este momento es cuando se nota a quien se ha beneficiado todos estos años, todas estas décadas. Porque si los jodidos hacen una marcha se les critica en todos lados, bueno, hasta en las secciones de “Finanzas”. Para los sirvientos de los grandes dueños del varo nacional, es violento que los jodidos expresen su hartazgo.Pero no son violentos los denominados “delitos de cuello blanco” donde a cada uno de esos jodidos se les chinga la pensión, el ahorro o la posibilidad de comer o de bañarse o de beber agua. Eso no es violento, creen. Los linchamientos si. La discriminación social (pinches naquitos) y la estafa cibernética, no son violentos según su mundito “limpio-light-mall-let’s lunch-Zegna-Coach” donde no hay niños llenos de mocos. Una y otra vez reforzamos esa máxima de: “Al uso de la fuerza en manos del pueblo se le llama DELITO. Y en manos del Estado (o de sus amigüis) se le llama DERECHO”En un pleito entre narco y ejército, por ejemplo, el narco sabe que está fuera de la ley y que el riesgo de un enfrentamiento a tiros siempre existe. Pero yo no hablo de ESA violencia. Me refiero a la violencia que se le está aplicando al señor, a la ñora, al trabajador, por parte de los “poderosillos”. Y todo, por un puñado de dólares. “La vida es muy corta como para tratar de etiquetar y separar a las personas tan petulantemente. El gobierno quiere que nos odiemos unos a otros” – “Regi” (activista gay). Si no nos odiáramos, todos juntos estaríamos haciendo las mismas demandas. Pero como nos odiamos, o sea, como el gobierno y sus “asistentes” han hecho bien su trabajo, pues permanecemos divididos, odiándonos, permitiendo que sigan haciendo lo que se les hincha la gana. Pido prestada ahora, una frase de La Polla Records: SOMOS PEQUEÑAS BOMBAS DE ODIO.