Monday, January 21, 2008

y hoy solo te volvi a ver!

Siempre he sabido el camino correcto,
sin excepción lo he sabido.
Pero nunca lo he tomado,
era tremendamente dificil
Al Pacino en Scent of a Woman.

Muy frecuentemente decidimos echar culpas de nuestras desgracias, de nuestras falta de oportunidades, de nuestra situación. Le echamos la culpa a lo que está a mano, al Dios en el que se cree, al gobierno, a la familia tan desafortunada que nos tocó, a una que otra persona que nos rompió el corazón. Creo que, aunque sea difícil de ver, el destino personal está en nuestras manos, en cada una de las situaciones hay un factor de control que podemos ejercer, y que nos permite emprender o desistir de una decisión. Cuando medito en las cosas que a veces pasan, en las tristezas o fracasos, siempre veo que hubo un momento, una fracción de segundo donde la decisión pasó por mis manos, y en ellas tuve la opción de hacer o de dejar de hacer. La responsabilidad personal es una idea complicada, porque nos muestra que somos nosotros los responsables de lo que sucede en nuestra vida, que es uno mismo el que tiene el poder de creer o de temer, de odiar o querer, siempre existe una oportunidad de cambiar las cosas, de retirarse cuando la batalla está perdida, de luchar cuando hay un chance de vencer, de arriesgarse cuando se desea algo. La canción que les comparto hoy es de Tony Vega, y señala lo que quiero comunicar hoy: es uno mismo el responsable de su propia vida, y a veces por quejarnos nos quedamos paralizados y no actuamos para cambiar lo que deberíamos cambiar.


Por que he andado los caminos
y conozco el desafío
comprobé que todo pasa
porque tiene una razón.

Cuando a veces nos cegamos,
fue que no quisimos ver.
El por qué de equivocarnos
casi siempre es aprender.

Como locos damos vuelta
en la rueda de la vida
sin siquiera darnos cuenta
que uno mismo es la quien la gira.

Uno mismo se enreda
y uno mismo se ordena.
Uno mismo se hunde,
Uno mismo se eleva.
Uno mismo se encierra
y se corta las alas.
Uno mismo se enferma
y uno mismo se sana.
Uno se odia, uno mismo se ama…

Solo muy de vez en cuando
descubrimos la verdad.
Cada vez es más difícil
arrancar un antifaz.

Nos volvemos marionetas
en las manos del destino.
Por temor a confrontarnos
ser muñecos preferimos.

Uno mismo se aleja,
uno mismo regresa.
Uno mismo se pierde,
uno mismo se encuentra.
Uno mismo es su suerte,
y más allá de la muerte,
Uno mismo es la niebla,
Uno mismo es la llama.
Uno mismo se enciende,
o uno mismo se apaga.

Yo te conosco de antes...... desde antes del ayer

...Cuando me fuy no me aleje...
......llevo tus marcas en mi piel.