Tuesday, August 10, 2010

Desfigurados


Hoy me he visto al espejo…
Y atemorizado vi tu rostro en lugar del mío…
He roto mi espejo…
He desfigurado mi rostro.
Pero todavía seguía viendo el tuyo.


Te has desfigurado. Tu rostro y tu presencia no son lo que eran. De repente siempre has sido así, pero yo andaba ciegamente viéndote. ¿Habrá sido una máscara de conducta? ¿O acaso una pieza de teatro que no tuvo un buen final?


Has perdido la apariencia, y yo me he ensombrecido. Eran ilusiones, proyecciones de lo que siempre he deseado. Quizá siempre vi mis sueños y mis ilusiones en ti… ahora veo que nuestros caminos y nuestras vidas no pueden ser más opuestos. Te has desfigurado… Me has hecho saber que hace mucho rato nos desconectamos, la verdad quizá nunca lo hicimos, quizá siempre fui yo quien me empeñaba en ver patrones coincidentes, pero aunque a veces los hubiera habido, eso a veces no significa nada.


Yo también me desfiguré… perdí mi rostro… Me aterré al ver mi propio rostro en ti. ¡Qué terrible proyección! ¡Qué terrible narcisismo! Siempre me vi a mí mismo cuando te miraba. Por eso te idealice hasta el absurdo, por una megalomanía espantosa que rodea mi autoconcepto.

Hemos perdido nuestro rostro, hemos perdido nuestra apariencia. Nos hemos desfigurado. Cada uno ha puesto en el otro lo que tiene en sí mismo. Ese supuesto amor que sentíamos sólo fue un viaje a nuestro ser interior, nunca salimos de nosotros mismos… Ese supuesto amor nunca pudo pasar de nuestro sí mismo... jamás nos conocimos uno al otro... fue un impresionante viaje a nuestra propia profundidad... jamás salimos... siempre nos sumergíamos más y más... ¡Qué lástima!


Ahora me doy cuenta de tu verdadera apariencia… y te desconozco.

Ahora me doy cuenta de mi proyección… y me desconozco.