Friday, June 09, 2006

La Television


quiero hacer una confesión: soy adicto a la televisión y a los videojuegos. En los últimos tres años he visto la tv quizá unas diez veces, y he jugado videojuegos unas cinco. Ustedes dirán que tal estadística difícilmente califica como adicción, pero utilizo el término como lo harían los Alcohólicos Anónimos, quienes se consideran enfermos incluso cuando han alcanzado la abstención total, dado que la experiencia muestra que una recaída es fácil incluso después de años de sobriedad. El punto es que en mi caso malgasté largas horas de mi niñez en una sobredosis televisiva, y largas horas de mi adolescencia y temprana adultez en una sobredosis de videojuegos. Me ha tomado un gran esfuerzo de conciencia dejar tales hábitos atrás, pero tenía que hacerlo después de caer en cuenta de que estaba siendo poseído por un verdadero y muy real sistema de lavado de cerebro y control de masas.¿Les parece que exagero? Consideren lo siguiente: las pantallas electrónicas a las que estamos acostumbrados son luces estroboscópicas. La ilusión de movimiento se produce gracias a que la imagen se "reimprime" unas 24 veces por segundo (36 en el caso del cine), y este parpadeo es un efecto estroboscópico. En los años 50s, luego de que ocurrieran varios accidentes de helicópteros sin ningún motivo aparente, un tal Dr. Bucha descubrió que la luz solar que pasaba a través de las aspas provocaba un efecto estroboscópico que en ciertas ocasiones se aproximaba a la frecuencia de las ondas cerebrales humanas, interfiriendo con la habilidad del piloto de controlar su cuerpo y por lo tanto la nave. Los sobrevivientes describían náusea, mareo y debilidad. Eso es lo que se conoce como el Efecto Bucha.Resulta entonces que las luces estroboscópicas influyen sobre las ondas cerebrales.De hecho la televisión ha tenido efectos tangibles en los seres humanos con anterioridad. Seguramente recuerdan aquel suceso ocurrido en 1997:Epilepsia televisiva en JapónMás de 600 niños hospitalizadosUN EPISODIO de la serie televisiva Pokemon, cuyos protagonistas son los mismos del juego de video Pocket Monsters, causó convulsiones, náuseas e irritación visual a cientos de niños japoneses El Universal/Reuters Tokio.- Japón se encuentra en estado de conmoción luego que un programa de dibujos animados inspirado en el juego de video de Nintendo, Pocket Monsters, provocó convulsiones y otros síntomas en cientos de niños en todo el país. La causa de los síntomas habría sido una escena en la que una explosión fue seguida durante cinco segundos por los centelleos de los ojos color rojo de Pikachu, el personaje más popular de la serie Pokemon. El ministerio japonés de Correos y Telecomunicaciones, que regula los canales de televisión, anunció que investiga el incidente, mientras que un portavoz de la empresa Nintendo aseguró que no existe ninguna relación entre el juego de video y la serie de dibujos animados.Los de arriba parecieran casos aislados, pero los invito a hacer el siguiente experimento. Reúnan a un grupo de personas en un cuarto amplio con una televisión. Conversen algunos minutos del tema que quieran, y sin previo aviso, enciendan el televisor. ¿Cuántas personas dejaron de hablar? ¿Cuántas voltearon a ver la pantalla? ¿A cuántas les ineresaba el tema en la tv realmente?Una pantalla tiene un efecto hipnótico, aunque rara vez percibamos notables efectos fisiológicos. Es difícil retirar la vista una vez que ésta ha sido atrapada, y después de unos minutos nos sentimos somnolientos. Después de un par de horas nos encontramos realmente agotados. Ahora consideren el contenido del mensaje que se nos presenta bajo ese efecto hipnótico.Un experimento más: tomen una hoja de papel y anoten durante un día cualquiera cuántas veces se encuentran expuestos a luces estroboscópicas; no sólo las provenientes de pantallas sino, por ejemplo, las de las luces de ambulancias o patrullas o las que se encuentran en los bares.¿Cuál es el resultado de todo este bombardeo visual y auditivo? He aquí algo qué reflexionar.