Saturday, May 26, 2012

Que mejor sitio que aqui, que mejor momento que ahora!

NI DE IZQUIERDA NI DE DERECHA, SOMOS LOS DE ABAJO Y VAMOS A POR LOS DE ARRIBA.

Quién iba a decirme, a estas alturas de la vida, seria sorprendido por los movimientos y organizaciones sociales actuales.
Sin embargo, nuestros esquemas mentales siguen anclados en el tránsito de siglos pasados; seguimos etiquetando a la gente y a los partidos políticos en base a las etiquetas ya caducas de izquierdas y derechas. No cejamos en el empeño, impasible de afirmar contundentemente no sólo la existencia irrefutable ideologías políticas sino que vamos más allá, dando por supuesto el maniqueísmo de que sólo hay dos, que además están secularmente enredadas en una lucha a muerte de la que parádojicamente no saldrá vencedora ninguna. Afirmar el maniqueísmo izquierda-derecha gratuitamente, sin argumentación que echarse a la boca ni nada empírico que sustente dicha afirmación es cuando menos un ejercicio de soberbia intelectual rayano en la mala fe. Para hablar de ideologías es preciso definirlas y entonces hemos de recurrir a etiquetas que presuntamente navegan inmutables por los siglos de los siglos, sin ninguna capacidad de adaptación en la medida en que adaptarse significa diluirse, desaparecer, perder las esencias y negarse a sí mismas, cosas todas ellas insostenibles "per se" y antitéticas. Y luego está la cuestión, de quién dice lo que es de izquierdas o de derechas, en base a qué criterios, con qué condiciones y lo más importante bajo qué autoridad.

Por eso resulta tan relevante el mensaje de la pancarta que reza: "No somos ni de izquierda de de derecha, somos los de abajo y vamos a por los de arriba", porque lo realmente importante no es la etiqueta que nos asigne un sabio o un comité de notables, sino lo que realmente somos y cuál es nuestro lugar en esta sociedad en la que nos ha tocado, o padecido - según se mire -, en suerte o en desgracia. Sigo creyendo, que las ideologías, se ponga como se ponga, no han muerto y la Historia aún no ha dicho su última palabra, lo que pasa es que en este momento, en esta coyuntura global, los partidos políticos de masas - al menos en las democracias occidentales - no representan una ideología concreta sino cuantas pueden, porque su finalidad no es transformar el sistema sino administrarlo; y el capitalismo de libre mercado, con la democracia liberal añadida, no creo que sea el final de la Historia sino sólo otro capítulo, cuya última página aún no ha sido escrita ni hemos descubierto todavía qué sistema económico y qué modelo político lo sucederá en el siguiente capítulo de nuestra Historia, pero tengan paciencia que todo llegará.