Wednesday, September 05, 2012

Atrapado en días sin prosa ya ni ganas de beber tengo. Se me están empezando a confundir las cosas que imagino con las que sueño y con las que pasaron. Los espejos me devuelven versiones terribles de lo que seré. Siempre he tenido la impresión de que en el pasado fui bello. Irrecuperablemente bello. En seis meses es mi cumpleaños. Celebrarlo me parece una payasada, es como asumir que uno es el cen...
tro del mundo. Esa es una mentira. Todo a mi alrededor se cae a pedazos. Observo el río de caca. Antes mi padre me cambiaba los focos de mi casa, llevo como año y medio con el foco del cuarto fundido. Todo se cae a pedazos. Escribo índices pero nunca los cuentos que lo conforman. Internet es muy limitado: ya chequè mis tres mails, mi blog, mi facebook... ¿y ahora? el otro día escuché que llovía pero no llovía y yo le preguntaba a mis seres queridos si estaba lloviendo pero nadie me respondía y era de la ver.... una sensación espantosa porque el ruido no cesaba. ¿Llueve? ¿Llueve? Ninguno decía nada y yo no quería asomarme a la ventana porque ahí estaban los cadàveres de las putas de mi infancia. Creo que necesito una limpieza bucal. No. Más bien he perdido de vista a la ballena blanca. Mis manos ya no crecen, caray. Los edificios siguen derrumbándose pero a la vez están de pie y yo escucho la lluvia, como clavos, no falta el vecino pendejo que se pone a taladrar a las siete de la mañana, cuelga un cuadro de su bebito. Negros de humo me persiguen. Tengo que sobrevivir dos semanas más. Peinados y Remisiones y clicks de mouse y platillos carísimos y sigo sin saber si ese día estaba lloviendo.
Atte.
el hipocondriaco de FM